Curiosidades del pádel que solo un verdadero padelero entiende (y sufre)
El pádel no se trata solo de ganar puntos, sino de compartir experiencias. Es un deporte que combina ejercicio, diversión, comunidad y estilo de vida.

El pádel no es solo un deporte: es una cultura, una pasión y, para muchos, un estilo de vida. Quien lo practica sabe que cada partido está lleno de anécdotas, frases míticas y momentos que parecen sacados de una comedia. Y aunque es uno de los deportes que más crece en España y en el mundo, todavía guarda muchos secretos que incluso los jugadores habituales pasan por alto.Hoy en BackSwing te traemos un repaso con las curiosidades del pádel más divertidas, entretenidas y únicas que todo padelero debería conocer.
1. ¿Tenis con paredes? ¡Para nada!
Uno de los primeros malentendidos con el pádel es confundirlo con “tenis en jaula”. Nada más lejos de la realidad. Aunque comparte ciertas similitudes con el tenis, la esencia cambia por completo gracias a las paredes.
👉 En el pádel la pared no es obstáculo, ¡es aliada! Y quien aprende a dominarla entiende la verdadera magia del deporte.Dato curioso: El pádel nació en México en 1969, gracias a Enrique Corcuera, que adaptó un espacio con muros en su casa porque no tenía suficiente terreno para una pista de tenis. ¡Un origen tan improvisado como ingenioso!
2. Los niveles: del “me creo pro” al “soy de cuarta de corazón”
Si hay algo que genera conversación (y discusiones) en el mundo del pádel son los niveles. Oficialmente, se clasifican en:
- Primera categoría: los profesionales.
- Segunda y tercera: jugadores avanzados.
- Cuarta y quinta: los niveles más habituales para los amateurs.
Pero aquí viene lo divertido: la mayoría de padeleros cree que juega mejor de lo que realmente juega.Frases típicas en pista:
- “Hoy no es mi día, normalmente juego mejor.”
- “Es que la bola no bota igual.”
- “Si me tocase otro compañero, ganaríamos fácil.”
Y así, entre excusas y risas, se construye la verdadera esencia del pádel.
3. La obsesión con la pala
No falla: todo padelero tiene una historia de amor-odio con sus palas.
- Cambian de modelo buscando “la pala definitiva”.
- Creen que con cada nueva pala se convertirán en Galán o Lebrón.
- Guardan más palas que partidos jugados en el último mes.
Dato curioso: existen más de 1.000 modelos de palas diferentes en el mercado. Y sí, siempre habrá alguien en tu grupo que presume de tener la última edición aunque luego falle el saque.
4. El vestuario del padelero friki
El pádel no solo se juega: también se presume.Zapatillas específicas, muñequeras, grips de colores, gafas deportivas y, por supuesto, camisetas únicas que identifiquen al padelero dentro y fuera de la pista.Aquí es donde el estilo entra en juego. Porque el padelero no quiere solo comodidad; quiere dejar claro que pertenece a una comunidad. De hecho, es fácil reconocer a un jugador en un bar o en la calle… porque lleva puesta alguna prenda que grita “yo juego pádel”.
6. Las excusas más divertidas (y repetidas)
Todo padelero tiene un repertorio de excusas preparado para cuando el partido no va bien. Estas son las más clásicas:
- “La bola no bota.”
- “El cristal está húmedo.”
- “El sol me da en la cara.”
- “El viento mueve mucho la bola.”
- “Es culpa de mi compañero.”
Dato curioso: un estudio informal entre clubes de pádel en España señala que la excusa favorita es culpar al cristal o a la pala.
7. La evolución del padelero
Así como en la naturaleza, en el pádel también hay evolución.
- Descubres el pádel: te engancha desde el primer partido.
- Te crees pro: compras la pala más cara, ropa técnica y entrenas como si fueras al World Padel Tour.
- Te lesionas: rodillas, codo, hombro… el pádel también tiene sus riesgos.
- Aceptas tu nivel y disfrutas: entiendes que la clave está en reírte y pasar un buen rato, más que en ganar.
8. El pádel en el mundo: más global de lo que crees
Aunque España y Argentina son potencias indiscutibles, el pádel se está expandiendo rápidamente: Italia, Francia, Suecia, Portugal y hasta países como Emiratos Árabes ya tienen comunidades crecientes.Dato curioso: el circuito profesional Premier Pádel está llevando este deporte a todos los rincones del planeta.
9. Supersticiones y manías de los jugadores
Igual que en el tenis o el fútbol, los padeleros tienen sus manías:
- Rebotar la bola tres veces antes de sacar.
- Ajustar el grip en cada punto.
- No pisar ciertas líneas de la pista.
- Usar siempre el mismo lado de la pala para golpear.
Estas pequeñas rutinas son parte del ritual padelero y hacen el juego aún más divertido.
10. El pádel como filosofía de vida
Al final, el pádel no se trata solo de ganar puntos, sino de compartir experiencias. Es un deporte que combina ejercicio, diversión, comunidad y estilo de vida.En BackSwing lo entendemos así: el pádel se vive tanto dentro como fuera de la pista. Y quien lo juega sabe que ya pertenece a una comunidad única, donde las risas y los momentos valen más que cualquier marcador.
🎯 Conclusión
El pádel es un deporte que engancha no solo por su dinámica, sino por todo lo que lo rodea: la comunidad, el humor, las anécdotas y la identidad que crea en cada jugador.Así que, la próxima vez que entres a una pista, recuerda: no importa si eres de primera o de quinta, si tu pala es nueva o vieja, lo importante es vivir el pádel con actitud.
